Llegan cada verano a recoger frutas y verduras en los campos europeos. Sus condiciones de trabajo, habitualmente muy precarias, han quedado más expuestas por la crisis del coronavirus.
Los jóvenes están pagando muy cara la pandemia de coronavirus, que podría dar lugar a una nueva "generación sacrificada", como ocurrió tras la crisis financiera de 2008.
La pandemia de coronavirus aumentará significativamente el desempleo mundial y podría dejar sin trabajo a 25 millones de personas, según la Organización Internacional del Trabajo.
Bruselas presentará hacia final de año una legislación sobre la transparencia de los salarios para luchar contra la desigualdad entre hombres y mujeres, que ganan de media un 16% menos.
El desempleo en el Reino Unido alcanzó su nivel más bajo de los últimos 45 años, pero la economía aún corre el riesgo de caer en una profunda recesión debido a las turbulencias del Brexit.
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